El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias, causando dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. Desde la perspectiva de la medicina convencional, el asma se explica principalmente por factores genéticos, ambientales y alérgicos. Sin embargo, la decodificación emocional de las enfermedades nos ofrece una visión alternativa que relaciona el asma con conflictos emocionales no resueltos.
Desde la decodificación emocional se interpreta como una respuesta a un conflicto biológico relacionado con el "miedo en el territorio" o una sensación de "amenaza en el aire". Este conflicto puede surgir en diferentes contextos, tanto en niños como en adultos, y su decodificación emocional puede variar según la situación y la persona afectada.
Hay un deseo profundo que dice: QUISIERA QUÉ SEA DIFERENTE
Resentir: “Quiero y no quiero apropiarme del espacio que me rodea”.
- Parte muscular → impotencia.
- Parte mucosa → separación.
Nos habla de amenaza en el territorio, disputas, peleas en la familia. Conflictos de abrigo amoroso por parte de la familia. Peleas con uno mismo. Habla también de miedo a la muerte, a la falta de aire. En cuanto al miedo a la invasión territorial, puede que el adversario todavía no ha irrumpido en el territorio, pero el peligro es inminente. Es un conflicto que puede hablar de muchas personas viviendo en la misma casa.
Cuál es el miedo más grande durante una crisis: Miedo a que no llegue el aire.
Resentir:
- “Me ahogo” (simbólicamente),
- “Hay una atmósfera tóxica” (cuando además se presenta anemias),
- “No respiro suficientemente bien”.
- “Soy un cretino, debería haber hecho otra cosa”.
- “Prefiero mi aire al de los otros”.
- “Deseo lo que no es, rechazo lo que es”.
El Asma en Niños
- Conflictos de Separación: Los niños pueden desarrollar asma como respuesta a conflictos de separación. Esto puede ocurrir cuando se sienten alejados de un ser querido, como un padre o una madre, o cuando experimentan cambios significativos en su entorno, como mudanzas o cambios de escuela.
- Miedo y Ansiedad: Los niños que viven en entornos donde perciben amenazas constantes, ya sea por problemas familiares, bullying o situaciones de estrés, pueden desarrollar síntomas asmáticos. El asma, en este caso, puede ser una manifestación física del miedo y la ansiedad acumulados.
- Deseo de Protección: En algunos casos, el asma en niños puede estar relacionado con un deseo inconsciente de recibir más atención y protección de sus padres. La dificultad para respirar puede simbolizar una llamada de auxilio y una necesidad de sentirse seguros.
Considerar siempre peleas en el territorio. Padres que se pelean continuamente, el padre grita y la madre se calla.
El Asma en Adultos
- Conflictos de Territorio: Para los adultos, el asma puede ser una respuesta a conflictos relacionados con el territorio, ya sea en el ámbito laboral, familiar o social. La sensación de estar invadido, controlado o amenazado en su espacio personal puede desencadenar síntomas asmáticos.
- Estrés Crónico: El estrés prolongado y la incapacidad para manejar situaciones estresantes pueden provocar asma en adultos. Este estrés puede estar relacionado con responsabilidades laborales, problemas financieros o relaciones personales conflictivas.
- Traumas Pasados: Conflictos emocionales no resueltos y traumas del pasado, especialmente aquellos relacionados con la infancia, pueden resurgir en la vida adulta en forma de asma. La dificultad para respirar puede simbolizar la lucha interna para superar estos traumas.
Hacia donde avanzar
Para tratar el asma de manera efectiva, es crucial identificar y resolver el conflicto emocional subyacente. Esto puede implicar un proceso de introspección y terapia emocional que permita a la persona identificar, confrontar y liberar el conflicto que está afectando su salud.
- Identificación del Conflicto: El primer paso es reconocer el conflicto emocional que está causando el asma. Esto puede requerir la ayuda de un terapeuta o un profesional de la salud que esté familiarizado con la NMG y la decodificación biológica.
- Resolución del Conflicto: Una vez identificado, es fundamental trabajar en la resolución del conflicto. Esto puede incluir terapia psicológica, técnicas de manejo del estrés, y en algunos casos, cambios en el estilo de vida y el entorno.
- Apoyo y Comprensión: Tanto los niños como los adultos con asma necesitan un entorno de apoyo y comprensión. Para los niños, la participación activa de los padres y cuidadores es crucial para su recuperación emocional y física.
Muchas veces el “cambio de aire” cura a los asmáticos. En general, esto tiene que ver justamente con salir de esa atmósfera viciada que lo estaba enfermando. Es idea que, si la persona con asma decide moverse de lugar, no lo acompañe toda la familia, puesto que pueden “mudar” el aire viciado al nuevo espacio.
El asma, desde la perspectiva de la Nueva Medicina Germánica, es más que una enfermedad física; es una manifestación de conflictos emocionales no resueltos. Comprender y abordar estos conflictos puede ser una clave para la curación.
Aunque esta perspectiva no reemplaza el tratamiento médico convencional, ofrece una visión complementaria que puede enriquecer nuestra comprensión de la salud y el bienestar. Al final, la integración de diferentes enfoques puede proporcionar un camino más holístico y efectivo hacia la recuperación y el equilibrio emocional.